Bodega Corral del sordo. 7 DÍAS ... 1 VINO

 7 DÍAS ... 1 VINO recomendable


BODEGA CORRAL del SORDO.

Fue mi buen amigo José Luís quien me puso en la pista de esta bodega. Su nombre me hizo recordar la famosa "Quinta del Sordo", aquella casa de campo próxima al Manzanares, donde el pintor Francisco de Goya, para entonces también sordo, vivió con la jovencísima Leocadia, aquella su segunda mujer. 

Si la sordera del artista fue motivo de un cambio sustancial en su estilo pictórico, los vinos de esta minúscula bodega pueden llevar a quien los prueba a cambiar sus preferencias enológicas. 

Detrás de esta iniciativa está Fernando Gómez-Cruzado. Heredero de un apellido que da nombre a una de las bodegas centenarias del del barrio de la Estación de Haro. Fue su bisabuelo quien lego "marca" que todavía perdura y dio continuidad en 1916 a la empresa que fundara Angel Gómez de Arteche, en 1886. 

El tiempo y distintos avatares de los negocios hizo que aquella bodega histórica cambiara de propiedad. No obstante, en el sencillo botellero de su calado guarda algunas de las botellas que sus antepasados elaboraron en el primer cuarto del siglo veinte.

Fernando estudió económicas en la Facultad de Sarriko, Bilbao. Obtuvo plaza en la administración local y entre otros cargos estuvo de secretario en el Ayuntamiento de Ezcaray. 

No obstante, el gen de la viña y el vino lo tenía dentro. Fue lo que le llevó a estudiar enología en Logroño. Conoció afamadas regiones vitícolas del mundo y probo sus vinos. Recién estrenado el siglo XXI y desde su pequeño "calado" en el barrio de bodegas de Briones, un balcón sobre el Ebro, llegado el año 2009, elaboró su primer vino.

La uva llega de un viñedo heredado de sus antepasados, situado a mitad de camino entre Gimileo y Briñas, en el paraje "Corral del Sordo" de donde toman la marca sus botellas, bien sean de vino o de aceite.

El viñedo centenario esta cubierto por cepas de "Tempranillo", "Garnacha tinta" y "Garnacha blanca" con una producción aproximada de 2000 kilos por hectárea. Llegado el periodo de vendimia se recogen los racimos seleccionados manualmente en pequeñas cajas. Se depositan en lagos de cemento y sin acabar la fermentación alcohólica el vino se pasa a barrica francesa, donde se guarda y se cría hasta que el buen criterio de Fernando considera oportuno.

Si bien las previsiones de producción vitícola sobre las que partía al inicio de su empresa se han visto mermadas, la calidad de sus vinos sufre el efecto contrario. Ganan en calidad. Para la cosecha 2021 cría en barricas diferenciadas el "Tempranillo", la "Garnacha", un "coupage" de "Garnacha" 70% y "Tempranillo" y, finalmente, una maceración carbónica de "Garnacha tinta" y "Garnacha blanca" que catada "in situ" resultó exquisita.

CORRAL del SORDO 2014. Este vino tinto, "coupage" de "Tempranillo" y "Garnacha" a partes iguales y un 14,5% de grado alcohólico, se presenta en botella borgoñona, vestido de una etiqueta explicita y cargada de explicaciones .

 Las uvas con las que se elaboró provienen de la finca que presta marca y nombre. Sus uvas se recogieron con con mimo, en pequeñas cajas, de unas cepas plantadas en 1914, justo un siglo antes de esta cosecha.

De color rubí, de lágrima suave, cuando se agita en copa se hace notar por aromas intensos a frutos rojos silvestres bien maduros, acompañados por ligeros aires especiados provenientes de su tiempo pasado en barrica de roble francés.

De tacto aterciopelado, guarda un equilibrio de sabores con un punto de acidez ajustado, un tanto goloso que perdura en boca. Un vino sabroso, complejo, que escalonando sus tragos manifiesta en cada uno de ellos nuevos y diferentes matices. Una cualidad que lo enriquece. 


                                                   Texto y fotografías © Josu Bilbao Fullaondo

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