Viñas Familia Gil. "Flor de Morca 2020". "7 DÍAS ... 1VINO"

 7 DÍAS ... 1 VINO




FLOR de MORCA

Hace unos días celebramos el cumpleaños de nuestro amigo Ángel. Como resulta habitual, por estos y otros lares, lo hicimos comiendo. Fue él quien decidió el lugar. Nos hizo visitar un bosque de "sequoia" antes de llegar a Ruiloba, pequeña localidad próxima a Comillas (Cantabria). 

Nuestro destino se encontraba en un loma próxima a la mar donde el arquitecto y escultor Casimiro Perez de la Riva construyó, en el siglo XIX, una pequeña capilla dedicada a "Nuestra Señora del Remedio". Para los lugareños "Ermita del Remediu". Aquí, el mes de julio, se celebra la visita de "María Virgen a Santa Isabel", fiesta popular con procesión incluida que se realza con una peculiar "danza de lanzas", folklore típico del municipio.

 A unos doscientos cincuenta metros del coqueto templo se encuentran unos acantilados donde rompen las olas cuya espuma pinta ribetes blanquecinos en la orilla

Allí, una piscifactoría se encuentra al fondo de una pequeña cala que conforma la costa, con playa de piedra, en cuyas pendientes de acceso crecen jóvenes cepas de albariño. 

Un lugar con encanto que, un "liberal sin escrúpulos", aprovechando nuestra manifiesta carencia energética, sería capaz de sugerirlo para una central nuclear con dos reactores. Pero no. Un paisaje excepcional a proteger, con el fondo de los Picos de Europa nevados como toque de su belleza infinita.

Junto a la pequeña iglesia se encuentra el restaurante "El Remedio". Allí fue donde mirando a la mar nos sentamos a comer. Acompañamos viandas y pescados con un vino blanco de Rueda y un tinto aragonés, de Campo de Borja, con buena aceptación entre los comensales.

Flor de Morca 2020 es un monovarietal de "Garnacha", con un 15,5% vol., cuyas uvas provienen de pequeñas parcelas al pie del Moncayo, vendimiadas manualmente. La fermentación alcohólica se hace de manera separada en diferentes tanques de acero inoxidable a temperaturas controladas. Seguido de este proceso, y su fermentación maloláctica, crece en barrica de roble francés durante seis meses.

 Se presenta botella de corte "Borgoñon", de tono verdoso, con una etiqueta un tanto recargada aunque finalmente deja ver el nombre de la marca. De color granate oscuro, capa media alta, lágrima densa. Ofrece aroma intensos a frutos rojos bien maduros y cierta mineralización. Envuelve la boca en sabores de fruta madura, regaliz y chocolate con taninos dulzones y acidez ajustada. Sin estrías invita a repetir el trago.


Texto y fotografía© Josu Bilbao Fullaondo


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