BODEGA "PRETIUM"

Vinos Naturales
Bodega Pretium en Cuzcurrita del Río Tirón.

Frontón e iglesia en Cuzcurrita de Río Tirón
LA BODEGA 
La “Bodega PRETIUM” es iniciativa de Berta Valgañón. Esta Ingeniera Agrícola nació en el universo del viñedo. Su abuelo, incluso su bisabuelo, ya trasformaban la uva en vino. Su padre hizo un paréntesis en la elaboración y se centró fundamentalmente en labores de viticultura destinada a la Cooperativa de Tirgo.

 Un aspecto de la bodega Pretium
Una vez acabados sus estudios Berta siguió la tradición familiar y se incorporó en las labores del viñedo familiar, repartido en varias localidades, al pie de los montes Obarenes. De manera apasionada, subraya el buen trabajo en el campo como imprescindible para conseguir calidad y originalidad en los vinos. 

Berta Valgañón, bodeguera
Firme en sus criterios de mimar los racimos de uva, en el año 2016 estrenó su labor de “bodeguera”. Primero fueron 3000 botellas. En su tercera vendimia, y para esta cuarta del 2019 alcanzarán las 7000. Son vinos provenientes de viejas viñas, “viñedos singulares”, aceptados como tales por el Consejo Regulador de Rioja, con labores de agricultura ecológica.

Racimo de "Viura"
La bodega es un antiguo “calao” en el barrio de las cuevas de Cuzcurrita del Río Tirón. De tamaño reducido, máxime si comparamos con otras vecinas de la localidad o alrededores, reúne todas las peculiaridades de una instalación artesanal. 

En la bodega
En la sala de elaboración del vino se fusiona modernidad y pasado. Combina depósitos de acero inoxidable, de hormigón, algunas cantaras de cerámica y toneles de 600 y 500 litros de roble francés.

 Barricas de crianza
Las fermentaciones nunca están inducidas, son naturales. Una vez finalizada la primera fase de elaboración los vinos descansan en la cueva del “calao” dentro de barricas bordelesas de roble francés, grano fino, para mayor sutileza de aromas, y de tostado medio para suavizar la intensidad de los torrefactos.

 Racimo de "Tempranillo"
En la actualidad, la gama de vinos comercializados por la “Bodega PRETIUM” son tres. Un monovarietal de “Garnacha”, un tinto de viñas seleccionadas y un blanco de segundo año. Con la cosecha del 2019 está en proceso de elaboración un rosado.

Toneles de fermentación
Llegado el momento del embotellado, etiquetado o encapsulado el instrumental empleado, lo permite el reducido número de botellas, es absolutamente manual. Ahora Berta se encuentra con los problemas de distribución, siempre complicados en el inicio de una bodega.

Botellero en Bodega Pretium

LOS VINOS

“PRETIUM BLANCO 2016” se hace con distintas variedades de uva. Malvasía 40%, “Viura” 40% y el resto sin definir. Son cepas centenarias vendimiadas manualmente en cajas de 25kilos. Una vez en Bodega, las uvas se maceran en frio durante 24 horas para extraer el máximo de aromas al hollejo. A partir de ese momento se fermenta en toneles de 500 litros de roble francés. Está en crianza con sus propias lías hasta febrero o marzo. Se trasiega desprovisto de sus posos y se guarda afinando en barrica francesa hasta el mes de agosto.




De ahí salieron al mercado, tal como se indica en la propia etiqueta 1940 botellas, de la que nos tocó catar la 1660. Un vino de 13%vol, de color amarillo pálido con ligeras irisaciones verdosas, limpio, transparente. Sus aromas complejos y sutiles recuerdan frutas blancas y de hueso que incluyen notas florales muy delicadas.
Una vez en boca resulta fresco y llena el paladar de sabores a fruta que perduran. Es vino ligeramente goloso, bien equilibrado, en el que no sobresale arista alguna. Incita a beber con un suave y agradable tacto cremoso.

“PRETIUM, EDICIÓN ÁNFORA DE BARRO 2017”. Se trata de un monovarietal de “Garnacha”. Berta señala que la tinaja le va muy bien a esta uva. La fermentación alcohólica la efectúa en la cántara de barro tras una maceración inicial de 24 horas. La segunda fermentación, la maloláctica, finaliza en deposito inoxidable hacia el mes de mayo de manera natural. Se guarda en reposo durante tres meses y en septiembre pasa a botella en la que se guardará al menos seis meses. El vino, dice, se limpia de forma natural en la cantara, sus paredes de barro recogen taninos y componentes poco deseados. Además pierde rusticidad y gana en finura. 




De esta manera encontramos un vino novedoso y bien diferenciado de otros monovarietales de la misma uva. Unas 300 botellas que provienen de “viñedos de altura” y tal como indican en la contraetiqueta “invitan a volver al pasado”. Con 14,5% vol., presenta color de cereza picota madura, casi negro, una capa sólida, lagrima densa y ribetes violáceos en el borde de copa. Sus aromas recuerdan a frutos rojos silvestres como la mora o incluso la grosella. En boca resulta muy equilibrado, además de su poderoso carácter frutal se encuentran toques minerales provenientes del ánfora de barro. Un vino original, fresco, goloso de tacto aterciopelado.

“PRETIUM TINTO 2016”. Es Berta Valgañon quien selecciona personalmente el viñedo de donde provienen las uvas de este vino. El “Tempranillo” 90% y el “Graciano” 5% se cosecha a mano en cajas y cantidades reducidas. Se entiende como un vino de autor que tras una maceración en frío fermenta en toneles fermentadores de 500 litros y depósito de hormigón. Se guarda en maceración con sus pieles y se prensa para llevarlo a barrica nueva de roble francés donde permanece hasta la llegada del verano haciendo la fermentación maloláctica de manera natural. Se trasiega y se lleva al calado para su crianza en madera. Como el resto de los vinos elaborados en la Bodega, es de edición limitada a unas 2900 botellas.




Según se sirve en la copa, el vino en su caída y sonido manifiesta una prometedora untuosidad. De color granate intenso, con ribetes rojizo castaño en borde de copa, muestra una capa sólida y una lágrima densa que adelante sus 14,5% vol. En su complejidad aromática sobresalen los frutos rojos, maduros y melosos, junto con leves sobresaltos florales, sin olvidar sutiles torrefactos y vainillas. Cuando llevamos el vino a la boca lo encontramos amable, goloso, leves picos de amargor y sabores a frutos rojos y café. Su cremosidad concede el tacto agradable del terciopelo. Después de abierto va ganando en intensidad, sabor y permanencia en boca. Un vino muy resultón que mereció Medalla de Oro en el Certamen TOP WINE.

Castillo de Cuzcurrita desde el puente sobre el río Tirón


Texto y fotos ©Josu Bilbao Fullaondo


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