Viñedos y Castillos del Loira


VIÑEDOS y CASTILLOS DEL LOIRA

El río Loira conforma la más extensa de las 14 regiones vitícolas de Francia. Tiene siete grandes zonas y 69 AOC (Apelación de Origen Controlado). 
En su desembocadura el clima es suave y húmedo y permite el cultivo del popular  “muscadet”.
Según según se remonta su cauce se notan las influencias del clima continental lo que propicia una mayor variedad de cepas. Son ellas las que participan en la elaboración de los grandes vinos de la comarca: blancos abocados, secos, rosados, tintos, espumosos o “pétillants” (chispeantes, con aguja).



En nuestra visita nos centramos en los  viñedos de Anjou-Saumur y los de Chinon y sus alrededores, en la confluencia del río Vienne con el Loira.
Lugares conocidos como “Los jardines de Francia” por lo cuidado de un
paisaje donde las románticas torres de los castillos, en las que solo falta la princesa de trenzas rubias en la ventana y el juglar al pie, se entremezclan con los emparrados de viñedos.

LOS TINTOS
La variedad de uva “Cabernet Franc", denominada también  “Breton”, es la cepa tinta por excelencia de la región. 
La “Cabernet Sauvignon" es menos frecuente y también participa en la vinificación de los tintos de la región. Son vinos que se cubren con  vestido violeta cuando son jóvenes y una vez evolucionan hacia su madurez, después de palpar el roble de la barrica (evidentemente francés), su ropa se transforma en color púrpura con estallidos de rubí.
La fruta en nariz resulta intensa y se distinguen volátiles de frutos rojos maduros entre los que (los más atrevidos) encuentran la mora, el cassis, la frambuesa, fresas silvestres y violetas. Quizás sean más francos lo efluvios que llegan de la madera entre los que sobresalen algunas especias como el clavo y la pimienta. En boca tienen suavidad al tacto, resultan frescos, bastante complejos y con taninos delicados.

Cristalería en Castillos del Loira


LOS BLANCOS
En la denominación Anjou-Blanc encontramos precisamente un predominio de este tipo de vinos que tienen su origen en una cepa conocida por el nombre de “Chenín”. Hay quienes le otorgan un origen autóctono, de hecho se la conoce también por “Pineau du Loire”. Es una variedad muy polivalente. Con ella se elaboran las más diversas variedades de vino blanco: fresco, dulce, seco, semi-seco, generoso encabezado o espumoso.
Los vinos secos elaborados exclusivamente con “Chenin blanc” tiene una notable finura aromática marcada por frutos blancos, cítricos, miel y melocotón.
También se ensambla con “Sauvignon” y “Chardonnay” para conseguir ciertas notas florales de primavera y predisponerlos a ser bebidos en su más tierna juventud.
En  la zona de Anjou-Saumur se producen algunos de los blancos dulces y abocados muy reputados en el comercio internacional.Tampoco debemos olvidar el “Sancerre” conocido mundialmente.


Taska-bodegón en el Valle del Loira


LOS ROSADOS

El “Rosé de Anjou” es una referencia para los amantes del vino en Francia. Un nombre acreditado que recuerda a un vino rosado
semi-seco, modesto y barato. Se consigue de la variedad autóctona
“Grolleau o groslot”.
Su poco prestigio ha sido motivo del arranque de este tipo de cepas para ser sustituidas por la “Gamay” y el “Cabernet Franc”.
Con todo, los claretes y rosados siguen teniendo una buena aceptación entre los consumidores ofreciendo con frecuencia una calidad más que aceptable. Muestras de ello podemos encontrarlas en la Saint Nicolas de Bourgueil denominación que ofrece unos vinos bajo tonos frambuesa realmente sugerentes.
Pero además hay que tener en consideración el rosado semi-seco “Cabernet d’Anjou, para beberlo joven. El “Cabernet de Saumur”. Un vino rosado seco, casi blanco de exquisito frescor o el “Touraine-Noble-Joué”.  Un vino gris con toques rosáceos.


Castillo en el Valle del Loira

ESPUMOSOS

Se presentan como vinos resueltos con métodos tradicionales. Hay quien los homologa a  los de Champagne.
Así encontramos el “Crémant de Loire” aterciopelado y voluptuoso. El “Saumur Petillant” muy estimado en los aperitivos o el  “Vouvray” ,quizás el de mayor calidad.

El común denominador de los vinos del Loira, con lógicas excepciones, lo encontramos con la mirada en su limpidez y capas ligeras y medias en los tintos. En nariz resultan francos e intensos. En boca son ligeros, taninos afinados, con acidez delicada, por lo que generan una reconfortante  frescura. Merece señalar como el cultivo biológico, especialmente el biodinámico, está muy extendido entre los viticultores.

Fotos y texto de Josu Bilbao Fullaondo


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