Puerto de Pobeña
Dentro del territorio de Bizkaia, iniciamos nuestra ruta en Pobeña, barrio marinero de San Julián de Musquiz, frontera de Cantabria, por el donde pasa el “Camino de Santiago” del norte.
En la ría de Somorrostro,
desembocadura del río Barbadun. En su orilla izquierda, se encuentra el que
antaño fue "Puerto Venaquero de Pobeña".
En la actualidad su actividad portuaria es inexistente. Guarda una rampa que
permite “sobordar” (varar), ocasionalmente, pequeñas “txalupas”. No obstante, se
presta más al uso de los bañistas en pleamares. Hay también, lo que pudo ser
una pequeña dársena hoy colmatada de arena y lodo.
Hasta 1876 fue importante
puerto venaquero, protegido por una
pequeña península presidida por la ermita de “Nuestra señora del Socorro”
(1768). La explotación industrial de los
montes de Triano, la conocida “vena” de Somorrostro, acabó con aquella manera
tradicional de trasportar el mineral de hierro a las ferrerías de la cornisa
cantábrica, por medio de chalanas en cabotaje durante la primavera y verano.
Adentrándose en la ría,
próximos al que fue Castillo de Muñatones, existieron otros dos puertos
venaqueros, “Lavalle” y “San Martín”, donde las carretas depositaban el mineral
que después se transportaba por mar.
Puerto de Zierbena
Batiendo la mirada entre
Punta Lucero y Punta Galea, referencias de entrada al “Puerto Autónomo de Bilbao”, conocido popularmente como “ superpuerto”,
llegamos a Zierbena.
El "Puerto de Zierbena" es uno de los pequeños refugios de
embarcaciones que ofrece el Abra del Nervión. Tradicionalmente ha vivido de la
navegación y la pesca de litoral. A sus vecinos se les conoce por el apodo de “galipos” en referencia al cesto que
llevaban cuando salían de faena a la mar.
En la actualidad, la pesca
resulta una actividad un tanto simbólica. La mayor parte de las embarcaciones
allí amarradas son de recreo. En la Ruta Norte del Camino de Santiago, su
máxima atracción reside en los animados restaurantes y asadores que ocupan su calle
principal.
Puerto de Santurce
El "Puerto de Santurce" ha pasado a la
memoria colectiva por sus sardineras que “con
la falda remangada” ofrecían su pescado por los pueblos limítrofes. Lo que
fue una dinámica flota pesquera ha quedado reducida a unas pocas embarcaciones.
En cualquier caso, todavía quedan barcos de cierto calado
que descargan sus capturas
en los muelles de la cofradía. Además del tradicional puerto pesquero, guarda
una serie de pantalanes para yates deportivos y otros muelles para el atraque
de barcos de gran tonelaje. Está dotado con todos los servicios necesarios al intenso
tráfico marítimo que sostiene.
Puerto de Portugalete
Todavía en la margen izquierda de la ría del
Nervión, Portugalete es el tercer
puerto que hemos visitado. En el pasado fue puerta de entrada para los buques
mercantes que llegaban de ultramar con destino a los muelles de la Villa de
Bilbao. Hoy día, su función portuaria acoge las labores de “prácticos” y remolcadores. La localidad
es mundialmente conocida por su puente colgante que la une con el municipio de
Getxo. Declarado Monumento de la Humanidad por la UNESCO resulta un lugar de
visita turística muy frecuentado.
Marítimo del Abra
La
barquilla del “Puente de Bizkaia” nos
lleva a Getxo. Bordeando el paseo de la ría alcanzamos la playa de Las Arenas y
nos encontramos con el embarcadero del "Marítimo del Abra". Su nombre completo es “Real
Club Marítimo del Abra y Real Sporting Club”. Se fundó en 1898 para el ocio
familiar de la oligarquía vasca de Neguri. Fue 1901 cuando le concedieron el
título de “Real”. En agradecimiento organizó
la primera regata de veleros “Copa del
Rey” en 1905, desde 1981 se celebra en Palma de Mallorca. En la actualidad,
este puerto deportivo por excelencia, ha perdido gran parte de sus aires
elitistas y su relación de socios tiene aires más campechanos.
Puerto de Arriluze
Siguiendo nuestro paseo, llevamos a la
izquierda el mar y a la derecha una serie de mansiones que guardan recuerdo de la
riqueza exultante de Neguri. Así
llegamos al espigón de "Puerto de Arriluce"que
da nombre al pequeño embarcadero construido a su socaire. Está presidido por un
emblemático edificio por proyectado por el reconocido arquitecto local Ignacio
Mª Smit en 1912. Se trata de la “Casa de
Náufragos”, hoy sede de la Cruz Roja del Mar. Construida sobre las rocas
exhibe con orgullo un decorativo faro de estilo vasco. Sus pantalanes están
ocupados por barcas de recreo y alguna que otra lancha de aficionado a la
pesca. Son referencia y solera para el nuevo "Puerto deportivo de Getxo", convertido en moderno centro comercial y
hostelero.
Puerto viejo de Algorta
Retomamos el recorrido al pie de la Playa de
Ereaga y nos encontramos con el antiguo barrio pesquero de Algorta. Escalonado
sobre lo que fue un acantilado tiene a sus pies el "Puerto viejo de Algorta". Un pequeño refugio marino que en la
actualidad se conserva más como una referencia histórica, o atracción
turística, que como auténtico resguardo de embarcaciones, aunque todavía se
amarre en sus argollas algún que otro “txintxorro”.
Puerto de Plentzia
Sin perder de vista el mar llegamos al Faro
de la Galea. Sobre un acantilado cortado a cuchillo alcanzamos las playas de Larrabasterra y Sopela antes de llegar a la de
Barrika, justo frente a la desembocadura del río Butrón, padre de la Ría de
Plentzia.
La propia ría de Plentzia ha
sido desde antaño caladero y refugio de embarcaciones. Su pequeño puerto conoció
momentos de esplendor entre los siglos XIII a XVIII. Los emblemas sobre las
puertas de algunas casas solariegas todavía cuentan que “Placencia de Butrón dio marinos a la armada”. Las guerras de
convención y carlistas trajeron la decadencia de esta localidad marinera. A
partir del XIX, junto a Gorliz, pueblo vecino, se convirtió en zona residencial
y de veraneo. Desaparecida su reputada “Cofradía
de Mareantes”, hoy el "Puerto de Plentzia" abarrota sus pantalanes con barcos de recreo. Solo tres se dedican
a la pesca de litoral y dependen de la Cofradía de Armintza.
Puerto de Armintza
Por una sinuosa carretera, adentrándonos hacia
el interior, llegamos al alto de Andrakas desde donde descendemos hasta el
coqueto "Puerto de Armintza". Es la
salida al mar de la localidad de Lemoiz. Una ensenada de acceso complicado, al
abrigo del Peñón de Gaztelu y la Punta de Kauko.
La Cofradía de Pescadores “Santo
Tomás”, fundada en 1895, regula la actividad de 8 embarcaciones con menos de 14
metros de eslora. Una de ellas tiene base en Bermío y tres base en Plentzia. Se
dedican a la pesca con artes menores, técnicas tradicionales, el anzuelo, el enmalle
o el palangre para el pescado y nasas para el marisco. El resto de lanchas
abarloadas en sus muelles son de uso deportivo y divertimento.
Continuamos ruta hacia el noreste. Durante
escasos cinco kilómetros se suceden playas de piedra y acantilados hasta
alcanzar la cala de Basordas. Convertida en un amasijo de hormigón, se
contempla desde un alto lo que pudo ser una central nuclear. Los polémicos
acontecimientos que rodearon su construcción y cierre pusieron de relieve en la
prensa nacional e internacional este tramo olvidado de la Costa Vasca. Salvo
escenario de alguna novela negra y después de varias décadas de abandono, en la
actualidad se proyecta reconvertir este lugar en una piscifactoría.
Carretera adelante se llega
a la localidad de Bakio, recordada
en el cancionero popular por su “txakoli
gorri”. Sin puerto, es destino de veraneo por su atractiva playa, donde
desemboca, en su margen izquierda, el riachuelo Ondarra. Seis kilómetros más
adelante se encuentra un mirador desde donde contemplar el conjunto de los
islotes Aquech y Gaztelugatxe. Este último, unido a tierra por un brazo de
rocas, es “Patrimonio Cultural del País
Vasco”.
Acondicionado para acceso al publico, después de subir 242 escalones puede visitar la ermita del siglo XI dedicada a San Juan que se encuentra en su punto más alto.
Acondicionado para acceso al publico, después de subir 242 escalones puede visitar la ermita del siglo XI dedicada a San Juan que se encuentra en su punto más alto.
Puerto de Bermeo
Para
alcanzar nuestro próximo destino dejamos a nuestra izquierda, al pie del
monte Sollube, el Cabo Matxitxako y su deslumbrante faro. Descendemos una
sinuosa carretera y entramos al casco urbano de Bermio. Las referencias de esta
villa llegan desde la Edad Media. Se fundó en 1236 y fue “Cabeza
de Bizkaia”, en tanto que localidad más poblada y rica del Señorío, entre 1476 y 1602.
Muchos son pocos los hijos notables de la villa. Llegado el siglo XX destacó Nestor Basterretxea, artista de reconocido prestigio, una de cuyas esculturas preside el “Parlamento Vasco”.
Muchos son pocos los hijos notables de la villa. Llegado el siglo XX destacó Nestor Basterretxea, artista de reconocido prestigio, una de cuyas esculturas preside el “Parlamento Vasco”.
El "Puerto de Bermeo" es uno de los enclaves pesqueros de bajura más importantes del
País Vasco. Sus nuevas instalaciones permiten un ritmo comercial considerable.
Los muelles reciben la descarga de barcos con base en otras localidades. La
navegación deportiva cuenta con 400 amarres situados en lo que fue su puerto
primigenio, hoy conocido como “Portu Zaharra”, que gracias a este “nuevo esplendor” está perdiendo sus
encantos “arrantzales”.
Puerto de Mundaka
Bordeando la costa, sin perder ojo a la isla
de Izaro, territorio de Bermeo, ganado
en regata de traineras a los remeros de Mundaka, nos vamos adentrando en el estuario
de Urdaibai. Desembocadura del río Oka, de gran interés eco-biológico, esta
considerado y protegido como “Reserva de
la Biosfera”.
Allí, en su margen
izquierda, justo al borde de la desembocadura, con la isla de Izaro en frente y
la de Txatxarramendi al lado, se
encuentra el "Puerto de Mundaka". Próximo
a lo que fue el asentamiento romano de “Forua”,
su historia esta cargada de leyendas. Entre ellas, sobresale la crónica
literaria de García Salazar en el siglo XV. Cuenta como en su orilla desembarcó
una hija del rey de Escocia. Una noche, la infanta quedó preñada por un extraño
diablo, conocido como “Culebro”, del
que tuvo un hijo, Jaun Zuria, primer señor de Bizkaia.
En la actualidad, Mundaka
carece de actividad pesquera profesional. El último barco, “Andiño Txiki” dejó de faenar en 2014. Su
cofradía atiende exclusivamente las labores de siete mariscadores de la ría.
Veraneantes, “balandristas” y aficionados
al “surf” animan sus calles durante
la temporada estival.
Camino a la margen derecha de la ría de
Mundaka se pasa por Gernika, sede mítica
de la “Casa de Juntas” con su roble
centenario. Entorno al “árbol sagrado”,
desde tiempo inmemorable, se reunían los representantes de los distintos
pueblos y villas pertenecientes a su jurisdicción. Luego se pasa por Arteaga. Llama
la atención su torre, remodelada por la Emperatriz Eugenia de Montijo. Aquí
tomamos finalmente la margen derecha de la ría. Después de sortear las playas de Laida y Laga se llegamos al
municipio de Ibarrangelu. Vecino de nuestra nueva etapa.
Puerto de Elantxobe
Al amparo del cabo Ogoño encontramos el "Puerto del Antxobe" y su bien protegida rada. Sus casas trepan muelles arriba por lo
que fue un acantilado. Zigzagueando por estrechas callejuelas peatonales se
llega al punto más alto donde se conforma una atalaya con excelente panorámica
de la costa. Resulta un pueblo pintoresco que concita la admiración de sus
visitantes. Podría resultar escenario adecuado para una película de piratas. En
tiempos pasados la pesca fue su actividad principal. Hoy día no hay una sola
embarcación que se dedique a este menester de manera profesional. Los barcos
que guardan sus muelles de piedra y hormigón se dedican al recreo o a la pesca
deportiva de manera esporádica.
Puerto de Ea
Sin apartarse de la costa, por una carretera
que parece olvidada llegamos al angosto estuario que conforma el río Ea que
da nombre al pueblo donde desemboca.
Esta localidad la conforman dos calles principales al borde del cauce y unidas
por varios puentes, uno de ellos de estilo románico.
Llegando a la desembocadura
está la playa que aparece o desaparece según suba o baje la marea. En su margen
derecha se encuentra el diminuto "Puerto de Ea". Una escollera protege, de posibles riadas y embates de la mar, a las
pocas barcas a motor que allí se resguardan.
Puerto de Lekeitio
Por carreteras enrevesadas alcanzamos la
villa de Lekeitio. Fundada por María Díaz de Haro en el siglo XIV la presencia
humana en el lugar se remonta a la prehistoria. Este 2016 se descubrió en su
casco urbano, al decir de los expertos, un valiosos santuario de arte rupestre.
La pesca ha sido la forma de
vida tradicional hasta épocas recientes. El "Puerto de Lekeitio" se encuentra entre la Punta de Amandarri, al
este, y la Punta de Bastararria, al oeste. Dentro de una bahía en la que desemboca
el río Lea y se alza el islote de San Nicolás, accesible a pie en mareas bajas.
Las embestidas del mar las protege un rompeolas que nace desde la Punta de
Amandarri y sobresale un centenar largo de metros.
La cofradía de Pescadores de
“San Pedro” organiza la actividad pesquera de nueve embarcaciones, una de ellas
con base en Bermeo. Se dedican a la pesca de cerco y caña. Mucho más numerosos
son los barcos de recreo consecuencia del marcado carácter turístico que
predomina hoy día en esta localidad.
Puerto de Ondarroa
A trece kilómetros por la carretera de la
costa, todavía en Bizkaia, se llega a Ondarroa. Justo a su entrada, antes de
comenzar a descender una cuesta repleta de coches mal aparcados, se contempla
una generosa vista de los muelles, playa de Arrigorri y también la de Saturraran con el fondo de sus
acantilados protectores.
El "Puerto de Ondarroa" nace y crece desde el último meandro del río
Artibai, próximo a su desembocadura. Si bien este cauce fue camino para el
trasporte mineral de hierro con destino a las antiguas ferrerías, la pesca y la
industria conservera ha sido, y sigue siendo, el motor principal de la economía
local.
Está considerado el puerto
con más volumen de pesca del Cantábrico. A la flota de bajura adscrita al
puerto hay que añadir las capturas provenientes de sus barcos “arrastreros”. Además, sus instalaciones reciben
y trabajan con embarcaciones llegadas de otros puntos de la cornisa cantábrica.
Como en la mayor parte de los puertos del País Vasco existe una dársena
dedicada a yates o motoras de recreo.
Comentarios
Publicar un comentario